Foto tomada en San Gabriel Casa Blanca, Oax.
El venado cola blanca se caracteriza por tener un mechón de pelos blancos en la base de la cola la cual levanta cuando esta excitado o en huída. Su figura es estilizada y fina, cuenta con un cuello largo y cabeza elongada, sus patas son delgadas pero fuertes. Los machos tienen una característica en particular que es la presencia de astas. Estas, se dirigen hacia fuera y adelante del cráneo y están formadas por una rama principal de las que surgen de 2 a 6 ramificaciones regularmente. El color del pelaje es de un café grisáceo en invierno y rojizo en el verano; aunque no todas las subespecies cambian la coloración del pelaje. Los cervatillos tienen un pelaje rojizo moteado de blanco hasta los tres meses. Este venado es muy activo durante las primeras horas de la mañana y en el crepúsculo; pero esto dependerá del sexo, edad, época reproductiva, características del hábitat, disponibilidad de alimento, depredadores y actividades humanas. El grupo social más común lo constituye la hembra y sus crías. Generalmente los machos durante la época no reproductiva se asocian a grupos mixtos; volviéndose solitarios en la época reproductiva. El tamaño de los grupos tiende a ser mayor en hábitats abiertos en comparación con los boscosos, donde predominan grupos pequeños. El patrón general de dispersión del venado cola blanca parece estar fuertemente sesgado al sexo, siendo los machos los que regularmente se dispersan. Por lo general las densidades son de menos de 15 ind/km2 pero pueden alcanzar densidades poblacionales de hasta más de 40 ind/km2 , sin embargo, esto sólo se ha registrado en lugares muy productivos y en ausencia de depredadores. La estación reproductiva del venado cola blanca dura alrededor de 3 meses. Los cervatillos en el Norte del país, nacen en agosto y septiembre. La mayoría de las hembras tienen entre 16 y 18 meses cuando se aparean por primera vez. En las etapas de gestación, el parto y la lactancia es donde la hembra tiene la mayor demanda energética. Esta etapa se da en sincronía con la mayor calidad y disponibilidad de recursos. El periodo de gestación promedio es de 196 a 205 días. El parto generalmente se realiza en lugares aislados y bien protegidos. Las hembras primerizas tienden a tener una cría, mientras que las hembras adultas pueden parir de dos o hasta tres crías dependiendo del alimento disponible entre otros factores. Cuando nacen los cervatillos tienden a mantenerse ocultos en la vegetación e inactivos durante las primeras tres o cuatros semanas de edad. Las astas les crecen cada año al principio de la época de lluvias, aproximadamente una semana después del desprendimiento de las astas viejas (mayo y junio). El tamaño de las astas no indica la edad del venado, sino de la calidad y cantidad de alimento. La muda de dichas estructuras ocurre durante la época de apareamiento. Su dieta varia estacional y localmente; es quizás la característica de adaptabilidad más notable de esta especie. Se alimenta de hojas, renuevos y frutos, de materia vegetal de tipo “leñoso” que proviene de árboles y arbustos. Tiene hábitos alimenticios selectivos. Por lo general tiene tres picos de actividad de forrajeo durante el día: en la mañana (5:00 a 8:00 hrs), tarde (17:00 a 19:00 hrs) y en la noche y madrugada (22:00 a las 1:00 hrs). Sus principales depredadores son el humano, el puma que depreda principalmente a adultos y juveniles, el coyote y el gato montés los cuales depredan cervatillos. En zonas tropicales el jaguar y el ocelote. Su distribución alcanza gran variedad de ecosistemas (selvas tropicales, bosques de coníferas y zonas semiáridas) desde el nivel del mar hasta los 2800 msnm. El venado cola blanca es una especie que se adapta y tolera las actividades humanas. Aún se encuentran en bosques altamente perturbados siempre y cuando haya algún fragmento de su hábitat que les brinde alimento, agua y cobertura de protección. Esta especie de venado tiene una gran importancia económica y cinegética. En algunos lugares también es cazado para consumo de carne y la venta de pieles. Además juega un papel importante en la cosmogonía de algunas culturas indígenas. Algunas actividades humanas así como la pérdida de su hábitat y la cacería indiscriminada han disminuido drásticamente su población. La cacería deportiva que se practica sin permisos y fuera de la temporada tiene un impacto negativo en las poblaciones de venado; las practicas de caza como el “lampareo” o arreadas están prohibidas. Este tipo de actividades motivadas por la obtención de “trofeos” puede llegar a tener consecuencias graves para la conservación de este venado. Otra de las mayores amenazas para esta especie es la traslocación de subespecies que tiene una mayor talla en área de distribución que son exclusivas de especies con una talla menor.
Venado temazate rojo (Mazama temama)
Foto de venado en cautiverio tomada por Alberto González-Gallina.
El venado temazate, es el venado de tamaño más pequeño en México; sólo existen dos especies de este animal en el país, el temazate rojo (Mazama temama) y el temazate café (M. pandora). Los temazates son cérvidos que a diferencia de otros venados, han sido muy poco estudiados debido a que los hábitos de este género provocan que sea más complicado rastrearla de lo que sería un venado cola blanca, por ejemplo. El temazate rojo, también llamado mazate o cabrito rojo se distribuye en selvas tropicales perennifolias, subperennifolias y bosques mesófilos a lo largo de la costa del Golfo de México, desde Tamaulipas hasta la Península de Yucatán, abarcando casi toda Centroamérica hasta el oeste de Colombia, en el estado de Campeche, Quintana Roo y Yucatán comparte territorio con el temazate café, el cual solo se encuentra en la Península de Yucatán y probablemente en el norte de Guatemala y noroeste de Belice. Según la especie, su tamaño puede ser de 65 a 135cm, pesando de 12 a 32kg. M. temama tiene un color rojo obscuro y de acuerdo a diferentes regiones puede tener variaciones en el color, su piel es blanca en la parte interna de las piernas, en la garganta, labios, dentro de la oreja y en la parte baja de la cola, sus astas que solo las presentan los machos, son pequeñas, sin ramificaciones y dirigidas hacia atrás. M. pandora tiene un pelaje café grisáceo o café, el vientre puede ser de color más claro o blanquecino. La frente es más ancha que la del temazate rojo. Las astas tampoco tienen ramificaciones y llegan a medir de 112 a 142 mm. Los temazates son animales muy tímidos y cautelosos lo que hace difícil su observación. Comúnmente son solitarios, salvo cuando hembras y machos se encuentran para el cortejo y cuando las hembras tienen a sus crías. La información sobre su conducta reproductiva está basada únicamente en observaciones causales y en cautiverio, ésta se presenta a lo largo del año pero hay épocas en que los nacimientos son mayores. El periodo de gestación en libertad es de aproximadamente 210 días y bajo condiciones de cautiverio fluctúa entre 222 y 228 días. Sus hábitos son en el día, pasando la mayor parte del tiempo en busca de alimento que consiste en plantas y plántulas (consumiendo los tallos y hojas), de frutas, semillas y hongos. En algunas ocasiones al amanecer o anochecer puede desplazarse a campos de cultivos cercanos para alimentarse. Sí bien este animal puede vivir en áreas perturbadas como acahuales por ejemplo, llega a desaparecer si la selva o bosque alto son totalmente destruidos. Algunos estudios han demostrado que las mayores densidades de la especie se encuentran en zonas mejores conservadas, lejanas a asentamientos humanos, con topografía accidentad, pendientes y con cuerpos de agua cercanos. Algunos ejemplos de los principales depredadores de estos venados son los seres humanos, el jaguar y el puma. La caza excesiva de este venado y la destrucción de su hábitat son las principales causas de que sus poblaciones se estén haciendo más pequeñas con el paso del tiempo. En la actualidad los temazates no se encuentran en ninguna categoría de protección debido a que el conocimiento que se tiene de la especie aún no es suficiente, pero sí es necesario tener un permiso para su caza y es evidente que se encuentran amenazados por la reducción de su hábitat natural. En el estado de Oaxaca, se ha registrado la presencia de M. temama en La Sierra de Juárez, donde la mayor parte de las localidades donde cae su presencia, no se encuentran dentro del polígono de la Reserva de la Biosfera de Tehuacán-Cuicatlán. Los sitios en que el temazate rojo se distribuye comprenden Bosque Mesófilo y Bosque de Pino-Encino
La información de la historia historia natural de cada especie esté basada en el libro "Los Mamíferos Silvestres de México" editado por Ceballos y Oliva (2005), CONABIO, México D.F.
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